Mi perra empezó a sangrar ¿es el primer celo? ¿cuándo la puedo cruzar? Aquí todo lo que debes saber.

Primero que nada, debemos entender que el primer celo, así como los posteriores, sólo ocurren en las hembras. Los perros macho no tienen como tal un primer celo, pero alcanzan la fertilidad a los seis meses de edad, y a partir de ello, son capaces de aparearse en cualquier momento del año.

El primer celo en las perritas marca el inicio de la madurez sexual y que son capaces de reproducirse. Esto generalmente ocurre entre los 6 y 24 meses de edad, dependiendo de la raza y el tamaño.

Conocer cuándo ocurre el primer celo puede ayudarte a monitorear la salud reproductiva de tu mascota. Un patrón irregular o la ausencia de celo puede ser indicativo de problemas de salud que podrían requerir la intervención de un veterinario.

Además, para aquellos interesados en la cría de perros, el conocimiento del primer celo es esencial para planificar apareamientos y gestionar el ciclo reproductivo de manera efectiva. No obstante, nosotros en Partner In Paw te invitamos a no reproducir a tus perros y llevar a cabo la adopción: hay miles de perritos que necesitan un hogar y el amor de una familia. 

Para todos aquellos que no desean cruzar a sus perros, saber cuándo ocurre el primer celo puede ser útil para programar una esterilización antes de que la perrita pueda quedar embarazada.

¿Qué es el celo?

El celo en perros, también conocido como el periodo de estro, es la fase del ciclo reproductivo en la que las hembras son fértiles y receptivas al apareamiento. Durante este tiempo, experimentan cambios hormonales que preparan su cuerpo para la reproducción. 

Frecuencia: Las perras entran en celo dos veces al año, aproximadamente cada seis meses. Sin embargo, algunas pueden tener un ciclo más largo o más corto.

Duración: El celo suele durar entre 2 y 4 semanas. Durante este tiempo, la perra pasará por varias fases del ciclo de estro.

¿Cuándo Ocurre el Primer Celo?

Las razas pequeñas tienden a tener su primer celo antes que las razas grandes. Por ejemplo, una perra Chihuahua puede tener su primer celo entre los 6 y 8 meses de edad, mientras que una perra Gran Danés puede no tenerlo hasta los 18 meses o incluso más.

El tamaño de la perrita está estrechamente relacionado con la raza. Las perras de razas pequeñas generalmente alcanzan la madurez sexual antes que las de razas grandes. Esto se debe a que los perros pequeños crecen más rápido y alcanzan la madurez física antes.

La salud y la nutrición de la perra también juegan un papel fundamental. Una perrita bien alimentada, suplementada y por ende, saludable, probablemente tendrá su primer celo a una edad promedio para su raza y tamaño. Por otro lado, problemas de salud, malnutrición o estrés pueden retrasar la llegada del primer celo.

La herencia genética también influye. Por ejemplo, si la madre de la perra tuvo su primer celo temprano o tarde, es posible que la hija siga un patrón similar.

Debemos considerar que ciertos factores ambientales como la presencia de otros perros en celo, el clima y las condiciones de vida pueden influir en la llegada del primer celo. 

Estos factores combinados determinan cuándo una perra tendrá su primer ciclo estral (celo).

Fases del ciclo y síntomas

1. Proestro: Primera fase, que dura aproximadamente 9 días. Durante esta fase, los niveles de estrógeno aumentan y la perrita puede mostrar signos de hinchazón vulvar y secreción sanguinolenta. Aunque atrae a los machos, no es receptiva al apareamiento.
   
   
2. Estro (conocido como Celo): Esta es la fase de apareamiento y fertilidad, que dura alrededor de 9 días. La secreción se vuelve más clara y menos sangrienta, y la perra se vuelve receptiva a los machos. Es en este momento cuando es más probable que ocurra la fertilización.
   
   
3. Diestro: Esta fase dura aproximadamente 2 meses. Si la perra no se ha quedado preñada, los niveles hormonales disminuyen y el cuerpo regresa a su estado normal. Si se ha quedado preñada, esta fase coincide con el embarazo.
   
   
4. Anestro: Este es el período de reposo reproductivo entre ciclos de celo, que dura alrededor de 4 a 5 meses.

Durante el celo, es común que las perras muestren cambios de comportamiento, como aumento de la micción (orinar para marcar territorio), inquietud, y cambios en el apetito. También pueden ser más afectuosas o, en algunos casos, más irritables.

Es importante supervisar a las perras en celo para evitar apareamientos no deseados. Mantenerlas en casa o bajo control cuando están al aire libre es fundamental. 

Higiene 

Durante el celo, las perras experimentan una secreción vaginal que puede durar varias semanas, así que te recomendamos seguir algunas indicaciones para garantizar la comodidad de todos en el hogar.

• Utiliza pañales especiales para perros, pues estos ayudan a mantener la limpieza en el hogar y evitan manchas en muebles, sillones y cama. Es importante que se acomoden perfectamente al cuerpo de tu perrita para no lastimar sus piernas y colita. 
• Haz limpiezas regulares en la zona genital de tu perrita con toallitas húmedas para mascotas para mantenerla limpia y reducir el riesgo de infecciones. De preferencia, utiliza toallitas que no contengan ingredientes irritantes como alcohol, fragancias o algún otro tipo de ácido que llegue a exfoliar la piel. 
• Lava su camita y cobijas frecuentemente durante el celo para evitar olores y mantener la higiene.
• Cuida el pelaje alrededor de la zona genital -sobre todo el que le rodea la zona genital- recórtalo ligeramente para facilitar la limpieza y evitar que se acumulen secreciones.

Cuidados 

• Aumento de la vigilancia: Las perras en celo pueden volverse más inquietas o ansiosas. Asegúrate de vigilarlas de cerca y proporcionarles un entorno tranquilo y seguro. Nunca dejes a tu perra sola en áreas donde pueda haber acceso a perros machos. La supervisión constante es esencial.
• Ejercicio y entretenimiento: Mantén a tu perra ocupada con juguetes interactivos y actividades físicas para ayudar a reducir su ansiedad y energía excesiva.
• Refuerzo positivo: Utiliza el refuerzo positivo para manejar cualquier comportamiento no deseado. Recompensa a tu perra por comportarse de manera tranquila y adecuada.
• Separación de otros perros: Durante el celo, es mejor mantener a tu perra separada de otros perros, especialmente machos, para evitar conflictos y reducir el estrés.
• Uso de correas y arneses: Cuando saques a tu perra a pasear, utiliza una correa y un arnés para mantener el control. Evita las áreas donde otros perros sueltos puedan estar presentes.
• Mantenerla en interiores: Durante el celo, limita el tiempo que tu perra pasa al aire libre sin supervisión. Si tienes un jardín, asegúrate de que esté bien cercado y que no haya posibilidad de que perros machos entren.

Métodos anticonceptivos en Hembras

1. Esterilización (Ovariohisterectomía)

La esterilización es el método más efectivo y permanente para prevenir embarazos en perras. Consiste en la extirpación de los ovarios y el útero, lo que no solo previene la reproducción, sino que también puede reducir el riesgo de ciertas enfermedades como las infecciones uterinas y algunos tipos de cáncer.

Ventajas:

• Prevención permanente del embarazo.
• Reducción del riesgo de infecciones uterinas y cáncer mamario.
• Disminución de comportamientos relacionados con el celo.

Desventajas:

• Es un procedimiento quirúrgico que requiere anestesia.
• Riesgos asociados a la cirugía, aunque son mínimos con los cuidados adecuados.

2. Implantes hormonales

Los implantes hormonales liberan progestágenos que inhiben el ciclo estral de la perra, evitando así la ovulación y el embarazo. Este método es temporal y debe ser administrado por un veterinario.

Ventajas:

• Método no quirúrgico.
• Reversible, ya que su efecto se disipa con el tiempo.

Desventajas:

• Posibles efectos secundarios como cambios de comportamiento y aumento de peso.
• Requiere visitas periódicas al veterinario para su reemplazo.

3. Inyecciones de progestágenos

Las inyecciones hormonales funcionan de manera similar a los implantes, suprimiendo el ciclo estral y previniendo la ovulación. Estas inyecciones deben ser administradas regularmente según el calendario indicado por el veterinario.

Ventajas:

• Control temporal y reversible de la reproducción.
• Sin necesidad de cirugía.

Desventajas:

• Necesidad de inyecciones periódicas.
• Posibles efectos secundarios similares a los implantes.

Pastillas del Día Después 

Las pastillas del día después, también conocidas como anticonceptivos de emergencia, pueden ser utilizadas en situaciones donde se sospecha que una perra ha sido montada accidentalmente. Estas píldoras contienen altas dosis de hormonas que impiden la fertilización o implantación del óvulo.

Las pastillas del día después para perros deben ser prescritas y administradas por un veterinario. El uso incorrecto puede tener serios efectos secundarios en la salud de la perra.

Las dosis hormonales altas pueden causar efectos secundarios como náuseas, vómitos, letargia y cambios en el apetito. En algunos casos, pueden presentarse complicaciones más graves.

No es una solución habitual. Este método no debe ser utilizado como un anticonceptivo regular, sino sólo en emergencias. La esterilización o el uso de métodos anticonceptivos regulares son opciones más seguras y efectivas a largo plazo.

Métodos anticonceptivos en Machos

1. Castración (Orquiectomía)

La castración es el método anticonceptivo más efectivo y permanente para perros macho. Consiste en la extirpación quirúrgica de los testículos, lo que elimina la capacidad del perro para reproducirse.

Ventajas:

• Prevención permanente del embarazo.
• Reducción del riesgo de cáncer testicular y problemas prostáticos.
• Disminución de comportamientos relacionados con el apareamiento, como el marcaje territorial y la agresividad.

Desventajas:

• Es un procedimiento quirúrgico que requiere anestesia.
• Riesgos asociados a la cirugía, aunque son mínimos con los cuidados adecuados.

2. Implantes hormonales

Los implantes hormonales para perros macho liberan deslorelina, un agonista de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), que suprime la producción de testosterona y reduce la fertilidad. Este método es temporal y reversible.

Ventajas:

• Método no quirúrgico.
• Reversible, ya que su efecto se disipa con el tiempo.
• Disminución de comportamientos relacionados con el apareamiento.

Desventajas:

• Posibles efectos secundarios como cambios de comportamiento y aumento de peso.
• Requiere visitas periódicas al veterinario para su reemplazo.

3. Inyecciones de acetato de megestrol

Las inyecciones hormonales de acetato de megestrol pueden utilizarse para suprimir la producción de testosterona y reducir la fertilidad. Estas inyecciones deben ser administradas regularmente según el calendario indicado por el veterinario.

Ventajas:

• Control temporal y reversible de la reproducción.
• Sin necesidad de cirugía.

Desventajas:

• Necesidad de inyecciones periódicas.
• Posibles efectos secundarios como aumento de peso y cambios de comportamiento.

4. Vasectomía

La vasectomía es un procedimiento quirúrgico en el que se cortan o seccionan los conductos deferentes, lo que impide que los espermatozoides se mezclen con el semen. A diferencia de la castración, este método no afecta la producción de hormonas ni el comportamiento sexual del perro.

Ventajas:

• Prevención permanente del embarazo sin alterar la producción de hormonas.
• El perro mantiene su comportamiento sexual normal.

Desventajas:

• Es un procedimiento quirúrgico que requiere anestesia.
• Riesgos asociados a la cirugía, aunque son mínimos con los cuidados adecuados.
• No elimina comportamientos relacionados con el apareamiento.

Conocer sobre el primer celo en las perras, incluso si tienes un perro macho, es muy importante para evitar accidentes como peleas, comportamientos agresivos y embarazos no deseados. Recuerda que los perros no son un negocio, y reproducir a tus mascotas conlleva la responsabilidad de mantener saludables, cómodos y felices tanto a los padres como a los cachorros. Así como nosotros conocemos sobre el cuerpo humano, debemos entender cómo funcionan nuestras mascotas para proporcionarles los cuidados y la estabilidad que se merecen.